En Euskal Herria vivimos en una zona con una larga historia maderera. Ya en inscripciones aquitanas de la época romana aparece un trinomio sustantivo de arboles vascos “arixo deo, fago deo y leheren deo”, traducible como, roble, haya y pino respectivamente.
Además, buena parte de las culturas que se desarrollaron en tierras boscosas eligieron a los árboles como representaciones protectoras y garantes de autenticidad, desde los tótem indios, hasta los robles de los druidas anglo-sajones.
En la mitología también cabe lugar para aquello que misteriosa y desconocidamente habitaba en el bosque, como pueden ser Robin Hood en Inglaterra y Basajaun en Euskal Herria.
La cúspide de la industria maderera en Euskal Herria, viene entre los siglos XVII y XVIII, donde crece la preocupación por producir arboles necesarios para la construcción naval, y además de una gran demanda de producción de leña para la época de la industrialización, que estaba en pleno auge.
Sintiendo una gran identidad hacia nuestras raíces, en Ama-Lur kimaketak somos expertos en la poda y tala de arboles.
Es la acción de eliminar y limpiar de forma selectiva algunas ramas del árbol.
Se llama tala o apeo a la operación de cortar un árbol por su base y derribarlo.
Siempre que se pueda o el lugar cuente con buen acceso, también realizaremos las tareas de poda desde el suelo o integrando plataformas elevadoras, por el contrario debemos recurrir a técnicas de trabajo en altura.
No importa la envergadura o el entorno, si el árbol se encuentra seco o partido, siempre trabajaremos de la forma más segura controlando el apeo.
La temporada en la que vayamos a talar el árbol realmente importa solamente en el caso de querer sacarle un provecho a la madera. Está demostrado el efecto que ejerce la luna sobre los mares y océanos, sobre plantas y cultivos, e incluso sobre nosotros los humanos. Por el árbol corre una gran cantidad de fluidos y por ello es importante que la tala coincida con las lunas menguantes de entre enero y febrero, además que en estas épocas del año gran parte de la savia se encuentra en las raíces, y de esta manera contribuirá a un secado más rápido de la madera.